Antes de contarte la historia de hoy, quiero advertirte que septiembre va a venir cargadito de novedades. No voy a dejar que se te pase ninguna, así que es muy posible que recibas alguna comunicación extra además de esta newsletter semanal. Así que, ¡alerta! estoy segura que te van a encantar.

Y sin más dilación, entro al lío de hoy. Y es que una cosa maravillosa de este trabajo es que da igual las sesiones de retrato que haga, que todas ellas son distintas y un reto a superar. Las sesiones fotográficas se pueden abordar de dos maneras:

• Esto yo ya lo hago como churros, mira ponte aquí, mira allá y pispas ya he terminado

o

• Voy a ver cómo es la personalidad de esta persona a la que voy a retratar. En función de ello, voy a planificar este escenario, con este vestuario. Estas poses le sientan mejor, porque no la estoy haciendo actuar en contra de su manera de ser. Y voy a estar muy atenta a su lenguaje corporal, cómo se siente, dónde está cómoda y dónde no, para seguir insistiendo donde está cómoda y abandonar donde no lo está…

¿Adivinas qué tipo de sesión es la que cuesta más trabajo?

¿Adivinas qué tipo de sesión es la que yo hago?

Entonces me entiendes cuando digo que cada sesión es un nuevo reto a superar y que, además, disfruto horrores con cada una de ellas.

Por ejemplo, en la sesión que te traigo hoy. Ella es una niña muy deportista, dinámica, extrovertida… Vamos, un torbellino de actividad en el que da gusto estar. Para conseguir reflejar su personalidad, debo huir de cualquier pose estática y debo proponer una historia en la que ella esté cómoda y se sienta identificada.

Así que terminamos en la playa (hay que aprovechar las localizaciones, sobre todo yo que no la tengo a mano todo el año) con un vestuario de colores vivos perfectos para su personalidad fuerte y activa, y con poses potentes para remarcarla.

¿Crees que he conseguido el objetivo?

Si lo que tú quieres es reconocer a tus niños en las fotos, y además llevarte una historia creada sólo para ellos… sólo tienes que hablar conmigo y os llevo al infinito.