Es cierto que esta semana ha sido intensa y todas mis obligaciones me han hecho llegar tarde a mi cita, pero de todo lo que he hecho esta semana, hoy te voy a contar una (las demás te las iré contando poco a poco, que hay tiempo).

Te cuento, pero tampoco puedo concretar mucho, porque no quiero desvelar el secreto. Sólo te diré que me han pedido que prepare una tarjeta regalo conteniendo en su interior una sesión de Navidad. Qué ilusión que me ha hecho. Porque en el deseo de regalar algo especial, han pensando en una sesión super especial para los peques y yo lo sé, también para los papis. Y también sé, porque me lo han contado, que han pensado con mucho cariño en qué era el mejor regalo que le podían hacer a la persona destinataria de la tarjeta regalo. Porque cuando uno regala siempre tiene que pensar en qué es lo que le va a requetencantar al que va a recibir ese presente.

Así que déjate de black Fridays y regala recuerdos. Recuerdos especiales y mágicos.

Y si no quieres regalar a otro, regálate a ti mucha magia. De la que dura para siempre.

Ven, que te espero, pero no mucho que las plazas son limitadas.