Creo que el post de hoy te va a interesar mucho. Sobre todo, si eres el progenitor de niños todavía pequeños. Porque seamos sinceros, que yo soy madre y sé de lo que hablo: los quieres con locura, pero el agotamiento que experimentas en muchas ocasiones, también es de locura. Vamos, que están al mismo nivel.

Pero te voy a dar una buena noticia: puedes descansar un rato.

De verdad de la buena.

Y me preguntarás… ¿dónde?¿ cuando?¿cómo???? ¡Cuéntame cómo puedo descansar un ratito pero ya!

Venga, bien atenta que ahí va: el secreto mejor guardado de mi trabajo es que durante el tiempo que dura la sesión de fotos, vosotros padres debéis dejar de ser padres.

Así de fácil.

Así de simple.

Durante el tiempo que dura la sesión de fotos no te tienes que preocupar de que tu peque se porte bien, ni de que me haga caso, ni de aprovechar el tiempo ni de que aprendan algo. No, no, no, nada de eso. Porque en el momento que entras al estudio debes dejar de educar a tus peques y volverás a retomar tu labor en cuanto salgas por la puerta de camino a tu casa.

Durante el tiempo que dura la sesión, tengo una conexión directa con el multiverso (si, me encanta Marvel) y abrimos una puerta a un tiempo de juego, en el que yo ya cuento que voy a decir una cosa y van a hacer la contraria, en el que van a tener tiempo de jugar, de explorar y de hacer un poco lo que quieran. No te asustes, no les voy a dejar en ningún momento que se desmanden, pero es cierto que durante la sesión de fotos tengo mucha más manga ancha que la que tú, como progenitor, le vas a permitir a tu peque. Y no pasa nada.

Ni te puedes imaginar las veces que los papis habéis terminado una sesión diciéndome… ¡qué paciencia tienes! Si es que se ha portado fatal… Y no, no, no se ha portado fatal. ¡Todo lo contrario! Se lo ha pasado genial porque ha jugado y ha hecho un poco lo que ha querido, pero aunque no lo sepa, lo ha hecho dentro de un marco bien delimitado donde poder hacerle fotos increíbles. Y captar su personalidad y su esencia. Tal cual es.

Así que tomate una tarde de relax y ven a hacer un reportaje a tus peques o de toda la familia.

Disfruta de la experiencia.

Tómate un respiro.