Analízalo o mejor dicho, analízate desde la siguiente perspectiva: ¿Cuántas personas puedes llegar a ser?

Cuando tus hijos andan cerca o simplemente te acuerdas de aquello que necesitan:

madre

Cuando un amigo o tu pareja o cualquier persona cercana necesita ayuda:

consejera

Cuando estás trabajando (sea cual sea tu trabajo):

rellena tú el hueco mejor, ¿no?

Cuando haces equipo con tu pareja:

compañera

Cuando investigas un nuevo campo fuera de tu trabajo:

investigadora o emprendedora o…

Cuando te empollas la lección que ya tenías totalmente olvidada para poder explicársela a tus hijos de otra manera:

profesora

Y puedo seguir hasta el infinito y me quedo corta: madre, compañera, amiga, consejera, jefa, emprendedora, organizadora, malabarista, economista, profesora, estudiante, amante, estilista, deportista …

Porque está claro que no tenemos una única faceta. Todas nuestras caras están hiladas por nuestra personalidad y por nuestra manera de ser, pero en el momento en el que nos convertimos en madres no dejamos de ser todo lo demás que somos, todas las demás facetas que nos hacen ser realmente lo que somos.

Por eso, en mis sesiones de embarazada me gusta que te muestres en todas tus facetas: madre, pero también mujer. Que tu personalidad se muestre tal y como eres: dulce o explosiva; tímida o atrevida. ¿o tal vez las dos según el contexto? Porque para qué nos vamos a poner barreras si tenemos tantas facetas.

Así que ya sabes, si no te quieres poner barreras en tu sesión de embarazada, habla conmigo.

Igual te sorprendes de lo que eres capaz de transmitir.