¿Dónde ves tus fotos?
Estos últimos días estoy leyendo y escuchando todo lo que hay escrito y grabado sobre equipo informático ideal para fotógrafos. El mío me está dando alguna señal de que ya va siendo hora de empezar a renovarlo y me estoy poniendo las pilas por adelantado.
Total, que leyendo y escuchando llegué a un podcast en el que el tema principal era el que me interesaba: recomendaciones para montar tu mejor equipo informático siendo fotógrafo. Y entre todos los componentes el invitado comenzó a hablar de las pantallas. Los dispositivos en los que los fotógrafos editamos las fotografías que te voy a entregar. En donde según el perfil, el contraste, el brillo y el espacio de color, decidimos cual va a ser el resultado final.
Y de ahí, es inevitable, te lo aseguro, siguió disertando sobre la dificultad de prever cómo va a visualizar el receptor de tu trabajo esas fotografías. ¿dónde lo va a ver? ¿en qué dispositivo? ¿qué tipo de pantalla va a tener?¿qué espacio de color es capaz de reproducir ese dispositivo? Te puedo asegurar que esa incertidumbre no la tiene sólo el invitado del podcast, sino que es un tema de conversación recurrente entre mis amigos fotógrafos y yo, al que solemos terminar con un… “lo mejor es hacerlo lo mejor posible y después… que sea lo que dios quiera” o alguna frase similar.
Y es que el mundo digital nos ha dado muchas alegrías, que no voy a ser yo la que quiera ponerse de espaldas a la evolución. Pero alguna desventaja tiene que tener, las cosas como son. Y una de ellas es la que hoy te explico. Yo he invertido en una pantalla con la que me aseguro que el color, el contraste, los negros, los grises…. son los que son. Y que no me voy a llevar una sorpresa cuando lo pase a otro formato. Por eso también te entrego no solo las fotografías en alta calidad, sino también una versión para compartir en redes sociales, porque les aplico un espacio de color que si o si, es el que se usa en todas ellas.
Pero además de todo ello, si en algún momento has hecho una sesión de fotos conmigo, te ofrezco la posibilidad de imprimir tus fotos conmigo. Y la razón es siempre la misma: yo trabajo con un laboratorio fotográfico profesional que imprimen exactamente la fotografía que yo les he mandado. Ni más, ni menos. Algo que parece sencillo pero que cada vez es más difícil de encontrar.
Que no digo yo que renuncies a tus fotos en formato digital. Pero date un capricho e imprime tus fotos. Cuélgalas en las paredes, o ponlas en un marco, o en un taco de madera, o en un álbum para disfrutarlas cuando quieras pasando las páginas…
Y así puedes disfrutar de tus recuerdos sin depender de una batería.