Diversión
Hay una cosa que me ha pasado con los años (no siempre van a traer cosas malas) Durante mucho tiempo aprendí por obligación. Porque era lo que tocaba… en el colegio, en la universidad, para poder trabajar (no, no me he dedicado a la fotografía desde el minuto 0)
También es cierto que siempre, eso si desde el minuto 0, me ha encantado leer. Eso que me llevo porque los libros siempre me han transportado a viajes insospechados y maravillosos.
Hubo un momento en mi vida que descubrí la fotografía y ahí entendí lo que significa realmente el aprender por pasión, esa necesidad de saber más, aprender a hacer cosas nuevas, dar una vuelta de tuerca más. Si empiezo a contar las horas que he invertido en aprender, seguro que me asusto. Y lo que pasa con estas cosas, de rebote, además de mucha fotografía, he empezado a indagar en temas relacionados aunque sea indirectamente, y de verdad te digo que tengo una pila de libros de lo más variopintos esperando su turno.
He encontrado verdadera diversión en el simple hecho de aprender.
Y ahí es donde quería llegar yo hoy. A la diversión.
Probablemente la mayor diferencia entre cómo estudiaba al principio de mi vida a cómo lo hago ahora es que ahora me divierto. No es una obligación. Elijo los temas, elijo mi objetivo, elijo cuanto tiempo invierto (bueno, eso es un tanto relativo con familia y trabajo, pero tu ya me entiendes, no?)
Pero lo mejor de todo, también elijo si quiero aprender con un libro, o con práctica. Si hoy me quedo en casa leyendo un ensayo o salgo a la calle con mi cámara para practicar esa técnica que quiero probar. Si aprendo analizando fotos de los más grandes o intento darle caña al músculo de la creatividad.
Y me dirás: pero… ¿qué me estás contando hoy y qué tiene que ver conmigo?
Pues mucho, porque yo sé lo que es aprender así un poco a “fuerza bruta”. Sacando tiempo de donde no lo hay porque tu bebé tiene otros planes para ti. Desbrozando grano de paja de toda la información que circula por internet porque no puedes comprometerte a acudir a una academia todos los martes a las 18:00. Con prueba y error. Creciendo a base de pasión.
Porque sé lo que es, mi formato de enseñanza es el que es. A medida. Totalmente adaptado a ti. A tus necesidades. Porque yo no lo encontré en ningún sitio. Y porque no hace falta que quieras ser fotógrafo profesional para apuntarte.
Si quieres irte de vacaciones y hacer unas fotos de infarto. Si quieres ir un poco más allá que las fotos de móvil con todo enfocado. Si quieres darles una vuelta a tus fotos familiares. Si te gustan las buenas imágenes y quieres ser la autora de ese fotón…
Por todas esas razones y porque me voy a adaptar a tu nivel, a tus horarios y porque vamos a avanzar hacia donde tú quieres y hasta donde tu quieras. ¿qué más se puede pedir?
Te cuento un secreto: el fin de semana que viene me voy a un workshop de un fotógrafo que me encanta. A seguir aprendiendo. Para poder seguir creciendo fotográficamente y también para poder transmitir todo lo que sé. ¡Y estoy deseando que llegue la fecha!
Y es que es un verdadero place aprender divirtiéndote.
P.D. Y así cuando te vayas de viaje, te traes fotos como esta
P.D.2. No te olvides de reservar tu sesión de comunión que estamos encima